Todos
hemos oído alguna vez que a los hombres se les cae el pelo. Y que,
desgraciadamente, suele venir siempre por motivos genéticos. La herencia de la
calvicie o alopecia es uno de los problemas que más disgustos traen a los
hombres. Queriendo mantener su porte, su físico y su impecable presencia, la
pérdida de pelo puede suponer un grave impedimento. Pero, ¿alguien ha hablado
alguna vez de la importancia que dan las mujeres a esto?
Las
mujeres nunca se han preocupado por la pérdida de pelo, porque
siempre se lo han achacado al género masculino. Pero, en realidad, las mujeres
también pueden sufrir este tipo de problemas. Bien es cierto que se libran de
la causa “de herencia”; pero factores como la menopausia o un cambio drástico en
las hormonas puede provocar la caída del pelo. Me voy a centrar en esto,
principalmente.
Las
mujeres tienen una percepción muy definida de la caída del cabello: poco
atractivo. Saber que tu pareja o marido va a acabar como una bola de billar no
es plato de buen gusto y son muchas las que deciden cortar con su pareja para
evitarlo. Y ya de paso, evitar que sus hijos puedan heredarlo. La sociedad es
tan frívola con respecto a estos temas estéticos, que ya nada sorprende. Pero
la caída de pelo en las mujeres tampoco está bien considerado. La ventaja es
que, en el caso de las mujeres, si se trata bien se puede llegar a una
recuperación íntegra del cabello, impidiendo que vuelva a ocurrir.
Los
tratamientos de injerto capilar están a la orden del día y, aunque las mujeres
se muestren más reticentes a la hora de hacerse un trasplante capilar, la
solución está ahí. Capilae, por ejemplo, es un centro que se dedica única y
exclusivamente al trasplante de pelo. Uno de los motivos por los que se le cae
el pelo a las mujeres es el exceso de hormonas, el cáncer, la menopausia, el
estrés, o un cambio en la dieta.
Pero las
mujeres pueden respirar tranquilas. Todos sus casos (al menos, en su mayoría)
tienen una solución eficaz y, sobre todo, duradera. Al fin y al cabo lo importante
no es recuperar el pelo, sino evitar que vuelva a caerse en un futuro.
Normalmente cuando te decides por hacerte un injerto capilar, te asaltan dudas
como “¿y si duele?” “¿y la cicatriz?” La operación en sí no duele porque
siempre va acompañada de anestesia. Y la cicatriz que pueda dejarte dependerá
de la técnica que use el profesional (o la técnica que tú elijas) Habrá
técnicas que oculten la cicatriz pero sean más caras; y otras técnicas más
asequibles que dejarán una cicatriz más visible. Aunque en ambos casos, todas
las cicatrices acabarán cubiertas por el pelo, así que no serán perceptibles.
Animo a todas las mujeres a que se quiten este miedo por indagar en el mundo de
la estética, y descubran que algunas soluciones no son tan drásticas.